Morder a tus dueños no está bien, Neo.

Esta mezcla de Bóxer con Staffordshire de 9 meses es un bicho, que no os engañe esa carita de no haber roto un plato nunca…

Neo sufre distrés, además de una falta de impronta que hace que su relación con otras personas sea complicada, a nivel de reactividad.

En ningún caso es un perro agresivo: el hecho de morder por estrés permanente y ser súper reactivo no implica agresividad, sino una mala comunicación que hace se dispare cuando se le activa, a través de nuestra voz o nuestro lenguaje corporal.

Con otros perros es un sol, por suerte un problema menos a tratar… aunque hay que seguir socializando que falta le hace. A través de los paseos y pistas de enriquecimiento en casa, junto con otras pautas y rutinas, vamos bajando poco a poco sus niveles, ahora mismo por las nubes.

Vamos a ver cómo progresa, irá bien.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *