El pasado jueves 4 de Abril por la tarde comenzamos a trabajar con Drako, un P.B.M. carbonado (en la foto parece leonado pero no…), de máscara negra y línea francobelga (más pequeño que la línea alemana y más inseguros genéticamente hablando).
Drako tiene 1 año y medio y es un amor ❤️ de perro, aunque tiene un problema conductual que hace que muerda en según qué situaciones, habiendo llegado esta última vez a herir en la mano a su propietario.
En su caso, ha habido un destete prematuro, posible consanguinidad entre padres (padre y madre son dos fotocopias, y hasta aquí…), y falta de socialización en la etapa crucial del cachorro, cosas éstas que hacen junto a lo complicado de la raza, que la conducta que queremos trabajar, reducir y erradicar sea de difícil solución (que no imposible)
El paso del perro por ya dos centros de adiestramiento tradicional o clásico de la comarca (sólo hay que ver el Sprenger…), tampoco ayuda.
Y oir cosas como que le recomienda un «profesional» del adiestramiento «déjale dos días sin comer y verás si aprende«…, y delicatesens de ese tipo, pues bueno…🙊
La verdad es que me alegra que hayan confiado en mí para retomar la situación con el perro desde una vertiente empática, amable y sin aversivos.
Vamos a ver cómo vá, como buen masoca canino me van los retos difíciles 😸🦖💨💨💨