
Bueno, damos ya por acabadas las clases de socialización y modificación de la conducta de Loki.
En la última clase, al igual que con Beltza la pasada semana, he traido a Fanny para que socialice y «capture» comportamientos adecuados (vamos a llamarlos así).
Su dueña está muy contenta de la evolución del perro, y yo todavía más.
Ya le puedo manipular con total tranquilidad sin miedo a que me muerda, aunque siempre evitando ser muy invasivo.
Este tipo de conductas cuestan de erradicar, así que siguen con las pautas y rutinas, pero lo más importante, sabiendo lo que se tiene entre manos y cómo gestionar las situaciones que se puedan dar con Loki.