
Ayer Sábado acabamos las clases de obediencia básica con Kira, el monstruito , después de casi dos meses de sesiones semanales.
Kira , lo hace muy bien, camina haciendo un buen «Fuss», de libro, en entornos controlados y ya en otros sitios con pocos estímulos.
Sin la implicación de su propietaria esto no sería posible, tiene que ser partícipe del proceso para saber cómo funciona el manejo y la gestión de la perra en según qué momentos y situaciones.
Ahora toca seguir, pacientes, poco a poco pero constantes, y en unas semanas volvemos a por un peldaño más