Un cliente, un perro, un problema o conducta (como mínimo) a corregir… Siempre diferentes y abordados de manera específica y personalizada. Lo que a uno le va bien no tiene porqué aplicar al otro.
Txia es una Collie joven con inseguridades. Después de hacer el etograma en casa de los propietarios y seguir las pautas en el informe indicadas vemos en el dia a dia, a través de los paseos grupales, su evolución.
Tiempo y paciencia, de momento su evolución es buena.
Juntarse con perros, como Cata (una de nuestras primeras clientas en la zona), equilibrados y sociables, sirve de ayuda.
Tyson es un Pastor Alemán reactivo y con distrés. Después de hacer el etograma en casa de los propietarios y marcar pautas, falta ver cómo va evolucionando.
Caso complicado, ni el entorno ni su vida pasada ayudan, así como el hecho de haber reforzado unas conductas a lo largo de los años…
Floky es un Pastor Alemán de 8 meses.
Es un perro movido, lo que le toca ser a un cachorro de esa edad. Estamos haciendo clases de obediencia, en niveles muy básicos donde priorizamos la llamada y comandos básicos, como el SIENTA, QUIETO y FOCALIZACION con MIRADA cuando necesitemos que esté atento.
El perro aprende rápido y pasamos buenos ratos con la familia, porque al final es de lo que se trata.
Momentos intensos y agradables, que buscan reforzar el vínculo de la mascota con los propietarios, y en el que hay una implicación de todos.
Syrah es una Bodeguera Andaluza rescatada, joven, con inseguridades pero muy cariñosa. Es lista como ella sola, aprende muy rápido.
Aquí buscaban controlar sus necesidades fisiológicas, que se las hacía en casa, además de algunas conductas a tratar, como la llamada y saltar encima…
Después de 3 sesiones y el trabajo diario de los propietarios, no sólo han logrado encauzar todo lo expuesto, sino que además nos va a dar tiempo a trabajar otras cosas, para mi indispensables, como son la socialización con otros perros, personas y demás, los paseos y focalización, junto con algo de obediencia de base.
En ninguno de los casos se utilizan métodos aversivos. Siempre buscamos pasar un buen rato, con la implicación de los propietarios y la enseñanza del perro a través de los dueños.